Noche 1
ella – ¿Podrías quitar la Monna Lisa?
yo – No, ¿por qué?
ella – Es que no me gusta como me ve
yo – ¿Y qué te hace pensar que te mira a tí?
ella – Es incómodo
yo – No te mira a ti
ella – Quítala
yo – Me mira a mí
ella – No, es a mi
yo – ¡Que no te mira a ti, me mira a mí!
ella – No me gusta
yo – ¿Qué me mire?
ella – ¡Que me mira a mí!
yo – ¡Por supuesto que no!, la compré yo, seguro que me mira a mí
ella – Da igual, quítala
yo – No quiero
ella – ¡Quítala!
yo – Pero solo por esta noche
Noche 2
ella – ¿La volviste a colocar?
yo – No
ella – Pero si ahí esta
yo – Se colgó sola
ella – ¿Se está riendo?
yo – Naturalmente
ella – ¿Y de qué se ríe?
yo – De ti
ella – No, de ti
yo – Que no, es de ti
ella – ¿Te mira a ti pero se rie de mi?
yo – Seguro que si
ella – Carambolas
Noche 3
yo – Cállate y duérmete
ella – ¿Tu dormirás ya?
yo – No
ella – ¿Y por qué yo si?
yo – Porque tienes sueño
ella – ¡Eso no es verdad!
yo – Tienes diez malditos años menos que yo y seguro que tienes sueño
ella – No me digas palabrotas
yo – Duérmete
ella – ¿Y tu que vas a hacer?
yo – Morir
ella – Me das miedo
yo – Igual que La Monna Lisa querida, igual que La Monna Lisa
Noche 4
ella – Cuéntame la historia de La Monna Lisa
yo – No tengo idea de la historia de La Monna Lisa, pero si quieres te cuento la de Peter Pan
ella – No, ya vi la película
yo – Entonces duérmete
ella – Pero no tengo sueño
yo – Querida, para dormirse no hay que tener sueños, basta con estar cansado...o distraído
Noche 5
ella – Ya duérmete tu igual
yo – ¿Sí me duermo yo, te duermes tu?
ella – Sí
yo – Fantástico
Noche 6
ella – ¿Ya te dormiste?
yo – Si
ella – Eres rara
yo – Desde que tenía tu edad cariño
Noche 7
ella – ¿Mañana me llevas al cine?
yo – No y si no te duermes morirás pronto
ella – ¿Como Michael Jackson?
yo – No, como Kurt Cobain
ella – ¿Quién?
yo – Duérmete
ella – ¿Kurt co-que?
yo – Kurt Cobain
ella – Kurt Cobain... ¿y qué pasa cuando te mueres?
yo – Qué se yo
ella – Dime
yo – Niña, ¿en verdad crees que soy lo suficientemente masoquista como para estar muerta pero seguir aquí pidiendote que te duermas?, digo, pudiendo estar en un lugar que apesta a azufre, mirando pasar a gente importante, en verdad crees...
ella – Ya cállate
yo – ¿Qué?
ella – ¡Que te calles!
yo – ... ¿Por qué?
ella – No me dejas dormir
yo – ...yikes.