martes, 29 de septiembre de 2009

Ensayo de Cita


R. -Esque...¡No puedo dormir doctor!


D. -Y digame... achuu...¿Desde cuando?


R. -amm salud, no esque ya no puedo...dormir, ni creo volver a hacerlo


R. -Porque sabe...el sueño y dormir son dos cosas sumamente diferentes, yo todavia sueño, sabe.


D. -Probablemente y haciendole algunas pruebas , usted padesca hiper,para...som...


R. -Soñar es irte, ya nisiquiera estar aqui, dejar el cadaver para una reencarnación proxima...Dormir en cambio...Dormir...


-3 pagos de sesión más tarde-



D. -Con el electroencefalograma...las ondas cerebrales...en desniveles..


R. -Dormir es el switch que hace falta para soltarlo...No dormir es cerrar los ojos con la luz prendida, sentir todo el mareo, el asco, la indigestion, sentir toda la finitud de tu cuerpo, aprensivo en el ultimo pabellon de la realidad.


D. -Muy bien S.R sus analisis estan completos, usted padece de insomnio en su primera faceta, por lo tanto considero que con un poco de descanso y los focos correctos, usted podra dormir.


Ahora si me disculpa voy con pacientes cuyos resultados sean fructiferos en mis estudios, con su permiso y Buenas Noches


jueves, 24 de septiembre de 2009

Tramposa

Entonces, cuando tus ojos miran ciegos, cuando tus oídos escuchan sordos, cuando tu cuerpo ha olvidado respirar y tu mente invadida por pensamientos fantásticos tornan la realidad en quimera, es cuando ella llega. 


Y llega.


Y se postra en tu frente. 


Pero para entonces la realidad ya se ha vuelto irreconocible y no distingues lo que sientes. Y ésta que ha detenido aquellos movimientos desordenados por el aire y ha callado el zumbido insistente para postrarse en tu frente desnuda, comienza a andar y el vaivén constante de sus escuálidas patas que recorren tu frente provocan una especie de escalofrío arrullador en tu cuerpo. Ahora que los pensamientos no han podido más que la sensación de su andar en tu frente: respiras. Has vuelto a la realidad y tu cuerpo ha recordado respirar y respiras.


De pronto, miras con los ojos bizcos como avanza apresurada hasta colocarse sobre la punta de tu nariz y es ahí cuando la miras, y la sientes, y la escuchas, y dejas por completo los pensamientos fantásticos para gozar de esta realidad y cierras un ojo intentando enfocar mejor y de nuevo la miras, y cuidas tu respiración para no asustarla, tus movimientos se vuelven dulces, indefensos; ella te arrulla y tú la miras frotar sus patas y cierras también ese ojo. Te pierdes.


Ella te huele, te siente, te prueba, danza libre sobre tu nariz y tú sientes sus seis patas inmóviles, ahora sólo cuatro, quizá este frotando las faltantes, ahora camina, te acaricia y te estremeces, poco a poco sube hasta quedar entre tus ojos y tú curioso, enamorado de sus caricias decides mirar.


Y la miras, por primera vez la miras. Negra, inmensa, miras como cientos de larvas se retuercen atravesando su grueso y negro cuerpo, las alas sucias parecen incompletas y se mueven inútilmente produciendo aquél fastidioso zumbido. Inevitablemente miras de golpe su cabeza repleta de diminutos y asquerosos pelos hasta encontrarte con sus ojos que brillan de un color que no te preocupas por identificar puesto que su mirada te distrae. No sabes si te mira ni por qué te mira. Y de pronto observas como su repugnante trompa negra infestada de gruesos pelos se acerca lentamente a tu piel, dispuesta a probarte para quizá más tarde devorarte. Y gritas. 


Gritas con todas tus fuerzas hasta desconocer la situación, miras como ella aletea enloquecida y se aleja rápidamente y de un impulso llegas hasta el retrete y vomitas. 


Vomitas y nada más.


Levantas agotado la cabeza y miras hacia el frente y ahí está, inmóvil frente a ti. Y te observa. Te aterra pensar en lo mucho que desea tus labios ahora que acabas de vomitar, ella parece babear y la odias. Ahora, entre sollozos, pero sin quitarle la mirada, buscas algún objeto a tu alrededor que pueda terminar con todo esto, pero tus movimientos torpes no encuentran nada así que ya sin pensarlo bajas la mirada desesperado, tus ojos encuentran un trozo de madera y de inmediato lo tomas, lo aprietas hasta que tu mano astillada sangra, lo levantas furioso dispuesto a acabar con ella. Y para cuando ya estás listo, ella vuela y sale por la ventana.

martes, 22 de septiembre de 2009

!Bienvenido seas¡


Bienvenidos al pueblo de los corderos desollados,de las princesas mudas...-acalló su voz deshabitada- ...pasillos desterrados, mimos, el ojo que no cesa...



..En el resquijo de la habitacion, puedo verte... estas en sumersión,ensangrentada, !eres un festin para ellos¡

-Pasillos desterrados, mimos, el ojo que no cesa-


Una pregunta ¿cuando moriste? y... ¿porque dejas el cadaver ahi tirado?...un sueño aterrador y me lo cuentas...payasos, mares de desechos, mares de peces...

De repente


Te das cuenta que estas ahi, todo suena ahora tan familiar, no has muerto porque la hora ha llegado, has muerto porque siempre estuvo...ahora tus oidos zumban,


ni una palabra...


!Bienvenida seas¡

jueves, 17 de septiembre de 2009

El niño bajo la lámpara

Carlos corre, atraviesa todas las calles de la ciudad sin preocuparse por nada más que correr, no se da cuenta por donde corre ni el tiempo que lleva corriendo, mucho menos a donde se dirige, ya ni siquiera recuerda la razón por la que comenzó a correr, ahora simplemente corre.


De pronto siente como un líquido tibio resbala lentamente por sus mejillas, al principio piensa en la posibilidad de que sea sangre, idea que desecha en el momento en el que el líquido llega hasta sus labios y casi sin pensarlo lo toca con la lengua y al reconocer el sabor de inmediato se da cuenta que proviene de sus ojos y solo así su cuerpo reacciona y se detiene.


Él, ahí, de pie, inmóvil, jadeando. A su alrededor todo se mueve, los autos, las ramas de los árboles secos, las aves, el viento frío, las nubes blancas, las personas viejas y nada se detiene, solo él que ha dejado ya de correr, pero de vez en cuando alguna persona, mujer por lo general, lo hace y consternada lo mira.


Se detiene y mientras la noche se acerca, mira a aquel niño que llora, bajo la lámpara que ilumina la esquina de aquella calle. Quieto.

jueves, 10 de septiembre de 2009

El fauno enamorado

El viento sopla con intensidad y se filtra entre cada rincón del bosque, las hojas de los árboles se mueven bruscamente y estruendos en el cielo anuncian la tormenta, el bosque esta vacío, los últimos animales corren apresurados a refugiarse y bajo un árbol, se encuentra un fauno, quien apacible toca tristes melodías al soplar su flauta.

Recordando melancólico la muerte de aquella ninfa ahora convertida en flauta, dulce siringa con la que ahora compone bellas melodías para las flores del bosque, notas capaces de arrebatar el alma de todo ser, notas que se escapan volviéndose el eco de un recuerdo.

Pero el fauno deja de ser fauno y ya es hombre, hombre cautivo situado en donde el mar comienza, tratando de entender donde termina el fin del mar y del hombre. Melancólico recuerda lo que fue, aquél fauno enamorado de la ninfa convertida en melodía, sentado, frente al mar, esperando que vuelva lo que fue.

Y a su alrededor las olas que bailan, las olas que nacen de aquel monstruo infinito, preguntándose qué es el infinito y es que ya ni la muerte le es eterna. No hay mas hombres, no hay mas palabras, no hay mas sentimientos, solo quedan los pensamientos, pensamientos vueltos nada. El mar que lo es todo y ante él que es nada.

El hombre que ya no es hombre y se ha vuelto agua, y triunfa glorioso en el mar mientras baila, pero no entiende el pleonasmo que el mar le susurra, el cantar es bello y solo así, ahora, dentro de él, convertido en él, goza la soledad que solo el mar podría imponerle, el hambre, el hambre de estar ahora que no se esta.

El agua que ahora es lluvia, lluvia misma que resbala por el cuerpo de la flauta que el fauno toca melancólico pues recuerda acongojado lo que pudo haber sido y no es.

Melodía convertida en eco que el viento arrastra hasta tu oído murmurando la historia de aquel fauno enamorado.

martes, 8 de septiembre de 2009

Tam.Tam.T


Cada lunes o cada cercanía con los jueves, Lía buscaba que la mesita con fundamentos Zen, estuviera a unos 30 centígrados del portón. Con dos platones de espagueti mal cocidos, dos puffs y una postal del gato negro de Klee en medio de toda observación, nos sentábamos alrededor de la famosa mesita con fundamentos Zen, un lugar…una época…¿una armonía?


No lo se, ¿eso intentabas lograr?, te pregunto en serio, ¿aun creías que un gordo, pelirrojo y hambriento de descomposición humana cayera en cuenta de tu desierto blanco?...En serioo hoy en día muñeca, los platos se dejan en el fregadero meandose con el oxido, meandote tu también, pero de miedo, porque en la noche tu único pensamiento para el siguiente día es ¿donde dejaste las pantuflas?.

´De verdad no lo sé Tam , es que no lo sé. Es como si hiciera que las cosas fuesen más reales para mí. La vida es aburrida y fútil. Empezamos con grandes esperanzas y después nos acojonamos. Nos damos cuenta de que todos vamos a morir, sin encontrar realmente las grandes respuestas. Desarrollamos todas esas ideas de largo alcance que se limitan a interpretar la realidad de nuestras vidas de distintas maneras, sin extender nuestro cuerpo de conocimientos que realmente merecen la pena sobre las grandes cosas, las cosas reales. Básicamente, vivimos una vida corta y decepcionante; y a continuación morimos. Llenamos nuestras vidas de mierda, de cosas como carreras y relaciones para convencernos a nosotros mismos de que no carece todo de sentido. El caballo es una droga honesta, porque te arranca esas ilusiones. Con el caballo, cuando te sientes bien, te sientes inmoral. Cuando te sientes mal, intensifica la mierda que ya está ahí. Es la única droga realmente honesta. No altera tu estado de conciencia. Sólo te da un colocón y una sensación de bienestar. Tras eso, ves la miseria del mundo tal cual es, y no puedes anestesiarte contra ella´ (Irvine Welsh, Trainspotting)

Lía -Ahh cariño, cómeme, tómame, has de cuenta que soy Alicia despojada de prados Disney, solo… seudónimo Lewis Carroll…Birds and fairies, Sanctuaries, Atop the rolling hills of hell….


Yo – Si amor, ¿me pasas un poco del Curry por favor?

jueves, 3 de septiembre de 2009

A dios

Era un lunes por la mañana y Sofía dormía, no tenía mucho que había abierto el ojo derecho para mirar el reloj y al darse cuenta que aún tenía tiempo suficiente para volver a dormir sin que se le hiciera tarde para llegar al colegio, cerró el ojo. 


Sofía, que intentaba dormir de nuevo, escuchó pasos dirigiéndose a su habitación y una vez dentro, poco a poco se acercaban hacia la cama, así que sobresaltada por estos misteriosos pasos que cautelosos andaban, se sentó en la cama y miró a Jorge que estaba ya de pie a un lado de la cama. 


Jorge era su vecino y solía visitar a menudo a Sofía por las tardes; mientras ella hacia su tarea el se entretenía sentado en el piso dibujando o haciendo curiosas preguntas para las que Sofía siempre tenía una respuesta. Sofía quien ya consideraba imprescindibles las visitas de Jorge, le tenía un cariño excepcional y Jorge la consideraba su hermana mayor;  y es que no podían ser más que eso, quizá si no hubiera existido esa desorbitada diferencia de edades pudiere considerarse de otra manera, pero Jorge apenas tenía seis años y a Sofía habría que sumarle trece mas.


Sofía al verlo allí, a esa hora, de pie junto a su cama, desconcertada y aún somnolienta preguntó:


- ¿Qué...qué haces aquí...?


Jorge, seguro de si mismo pero mirando distraído a su alrededor todas las cosas inusuales del cuarto de Sofía que ya había visto con anterioridad pero que a esa hora le resultaban tan diferentes, respondió:


- Estoy muerto


Sofía confundida por la extraña visita de Jorge a esa hora y por la descabellada respuesta que este la acababa de dar, se frotaba los ojos, pues pensó que quizá así entendería mejor lo que Jorge trataba de decirle y continúo:


- ¿Cómo que muerto?


- Si, muerto, he muerto


Sofía creyó entender la situación, en cuestión de segundos recordó que durante la madrugada había escuchado ambulancias cerca de la casa y además al mirar bien a Jorge lo encontró más pálido que de costumbre. 

Sofía dijo con los colores de su rostro lo que su lengua calló.


Jorge se arrepintió de haber dicho tales palabras sin haber considerado la hora y el estado somnoliento de Sofía y durante un minuto se miraron sin pronunciar palabra, hasta que Jorge se atrevió a romper el silencio tan incómodo que los rodeaba intentando cambiar los colores del rostro de Sofía:


- Bueno, o algo así, los doctores dicen que estoy a punto de morir.


- ¡Noooo!


- ¿No qué?


- No te mueras


- ¿Por qué?


- ...porque no


- ¿Es malo?


- …supongo que no


A Sofía no se le ocurrió nada que agregar, ahora comprendía mejor que Jorge en verdad había muerto, no sabía que decir, por un momento pensó en preguntar qué le había ocurrido, pero si en verdad Jorge estaba ahí como en una especie de acto post mortem debería aprovechar la oportunidad y preguntarle qué se sentía estar muerto o esas cosas, pero la verdad es que Sofía solo quería gritar.


- ¿Entonces?


- ¿...ee…entonces qué?


- ¿Por qué no puedo morir?


Por mas que la mente de Sofía daba vueltas, no encontraba las palabras adecuadas y no estaba dispuesta a mentirle hablandole del maravailloso futuro que le podría esperar, o de las cosas buenas que pudiera tener la vida, no quería mentirle así que intentó ser lo más sincera posible.


- Solo no te mueras


- ¿Es bonito vivir?


- ...supongo que no lo suficiente 


- ¿Entonces para qué vivo?


- Por...porque...porque debes ir al mar para comprobar aquella historia de los peces


- ¿Y si me muero ya no podré ir?


- No


- ¿Por qué?


- Porque estarás muerto y ya no existirás. Ya no estarás aquí


- Pero…estoy muerto y aquí estoy


- Porque eres un fantasma


- ¿Un fantasma?


- …o probablemente al fin me he perturbado


- ¿En verdad soy un fantasma?


- Supongo…¿estás muerto no?


- No, pero tu mamá me dijo que entrara a despertarte porque dormías como un tronco, están platicando afuera todos los vecinos, el señor Braunn, ese que siempre te saludaba, ¿lo recuerdas? mi papá dice que entraron a robar a su casa y le dieron ocho cuchillazos en el estómago y le sacaron un ojo, se murió anoche, ¿no escuchaste la ambulancia? wiuu wiuuu


En ese momento los gritos de la madre de Jorge interrumpieron la recreación que éste hacía de la ambulancia y se precipitó un poco al escuchar la amenaza; <"Joorgeee si no vienes ya, te dejo y te vas caminando al colegio">, así que sin más se despidió.


- Ya me voy


Sofía aún se encontraba pasmada y se limitó a mirarlo


<¡¡Joooorgeeeee, baja ya que llegarás tarde!!>


- ¿Sofía?... bueno... ¡adiós!

.

..

...

- ...a¡...Dios santo! 


Pero para entonces Jorge ya corría escaleras abajo.

martes, 1 de septiembre de 2009

El hombre que arrojo una aceituna por la ventana

Resulta que era Don Tertulio en su butaca preferida de la sala, en realidad no es que se tuviera dato de la existencia de más butacas, es solo que Don Tertulio prescindía de los objetos que no fueran sus preferidos.

Así que bien, Don Tertulio estaba al centro de la habitación en su butaca no más que preferida, sollozando una frase de Süskind –in crescendo- y odiando al contrabajo, de hecho Don Tertulio nunca dejaba de llorar o estar pasmado o infame, como él lo diría ‘su mórbida depresión bien asentada en las patas de gallo’.

Cada vez que Don Tertulio leía algún viejo libro le creía inmediatamente al autor, sin importar que este tuviera predilección por meterse cenizas en el culo, lograba razonarlo con un buen ungüento de mermelada.

Don Tertulio entretenía a su paladar con aceitunas, mientras escuchaba las noticias, era 27 de Marzo del 67, hace dos semanas la señorita Kitty Genovese había sido apuñalada ante la atenta mirada de sus 38 complacientes vecinos. Nadie pidio ayuda

En ese momento Don Tertulio. Se lleva las manos a la garganta. Se ha tragado el hueso de una aceituna. No puede respirar ,teme que ni siquiera respirar sea ahora un movimiento. Se acerca al balcón abriendo las ventanas. GRITAAAAA¡ es decir como puede. El hueso de aceituna ya se ha dispuesto a un cómodo viaje por el conducto de los bronquios. Don Tertulio ha muerto.

Ahora más que nunca hubiera dado todo por haberle hecho caso a su esposa Margarita, aceitunas sin hueso, Tertu recuerda que hacen mal al cartílago-.

Hay pero quien mejor que uno para el acto indiferente y deshumanizante, déjate morir, así es más seguro.