martes, 30 de junio de 2009
Peasbo
Imagina.
2 play mobil .
Uno es mujer
Otro es hombre
Ambos vestidos. Sin mucho rollo que tirarse, con piezas encajables sin tener que encajar. Mudos, sin mucha cara.
Piensa por ellos, piensa que no quieren hacer el amor, o matarse en plan caníbal, piensa que en su consabida humanidad de 7.5 ni siquiera desean moverse.
Pero se mueven y logras acertar en que una mano articule con cadera, se produce un acercamiento inerte. No sabes porque pero te figuras que a uno de los muñecos le apetece vomitar, en el acto cambias la mano al cuello, la cabeza voltea, al fin logras ver una cara, al fin deseas la asfixia o el beso.
....La asfixia o el beso… la asfixia o el beso...
Lanzas una idea…¡¡ quizás seas tú!! En una demencia minimalista, suele pasar…
Retomas. No eres tú y por desgracia no puedes ver dentro de tu cerebro.
Retomas, Retomas, Retomas. ¿Realmente aquel playmobil , aquel chico en un pason exquisito, aquel sentado viendo porno sin pensar en tetas, realmente en su consabida humanidad tienen que pensar en ser humanos?. ¿Debo moverme o espero que pienses?
Escribe.
jueves, 25 de junio de 2009
Esta vida empieza con un hombre vivo
¿Recuerdan la que podría ser la historia de un joven?
Pues ahora, esta podría ser una vida.
Y esta vida empieza con un hombre.
Un hombre que en su paso por el mundo y sin poder decidirse por alguna, encuentra la diferencia entre asistir a su vida o vivirla.
Esta vida tira de un hombre, que al vivir sin entender que la felicidad es también la fuente de su miseria, se encuentra sumergido en el dolor latente basado en un sueño que va más allá de la razón.
Esta, es una vida en la que un hombre consigue eliminar las causas del amor.
Mas no los síntomas.
Y que bajo la imperfección de la mente logra experimentar un amor melancólico.
Una vida que termina por renunciar a si misma. Ya que si no fuera así, no valdría la pena llamarle vida.
Sin embargo a comparación de aquella historia, esta vida no existió. Nunca existió nada. No existió ni siquiera mientras estaba existiendo.
martes, 23 de junio de 2009
Papagayo era más bien pavo real
Me parecía que las clases de yoga no hacían su efecto recreativo…. Ya sabes disolución del ego, unión con lo demás…
Una y otra vez te dije conviérteme en ti conviérteme en ti por favor por lo que más quieras, siempre respondías que al final seria innecesario, llegaría al lugar como un elefante llega a todos los lugares, la memoria me delataría ….
Primero me quitaste el relicario, los bichos azules…
Luego ya estaba con el cable en el cuello…
Te movías para arriba, para la cocina y me hacías unos hot dogs.
Seguía con el cable, me quitaste las uñas.
Después vista, gafas, parábolas.
Que tino el venir por la memoria…que tino porque ahora puedo ser un Pavo Real, nunca te encontraré elefante…nunca…
jueves, 18 de junio de 2009
Shiny Fish
Tengo un pez.
He pasado por una tienda de mascotas y le he visto.
Al acercarme a la enorme caja de cristal, estaba él, entre cientos de peces, todos nadando a su alrededor. Pero él no se movía, solo estaba ahí. Flotando. Estático.
No recuerdo el momento de la compra. Lo último que recuerdo era estar frente a él, mirándolo. Mas tarde me encontraba sentada dentro del auto, sosteniendo una bolsa con el pez dentro. Si no fuera por la nota, no sabría ni cuanto costo.
Es como si hubiéramos intercambiado cuerpos. Él me compró mientras yo flotaba ahí, quieta.
Vive conmigo. En mi habitación. Sobre una mesa.
Se llama Mi Amor.
No es muy grande. Pero es simpático.
En el folleto que venía dentro de la bolsa dice algo así como que Mi Amor tiene solo una memoria de tres segundos. Sí, o sea que le toma tres segundos andar por la pecera y todo vuelve a ser nuevo.
Ya no hay más peces. Ahora solo es él, el agua, el cristal y el mundo exterior al que jamás podrá pertenecer.
Cuando se porta mal, me limito a llamarle simplemente Pez.
- ¡Ya basta Pez!, ¡Es suficiente Pez!, ¡Mereces ser pescado frito Pez!
Mi Amor y yo tenemos algo en común: ambos hemos hecho un voto de silencio.
Mi Amor echa burbujas por la boca cada que pretende insultarme. Yo lo miro con odio. Pero respetamos el voto de silencio y ninguno dice nada.
A veces quiero matarle, bastaría con vaciarle el Slim Fast de cada mañana, o con retirarle la comida un par de dias, o simplemente dejarle sin agua. No soporto verlo ahí, sin hacer nada, olvidando todo cada tres segundos.
El que nada no se ahoga. El no nada y no se ahoga. Estúpido Pez.
Podría darle un martillazo a la pecera y dejar que se retuerza en el piso mientras yo río a carcajadas a su alrededor por su incapacidad de sobrevivir ante tal acto.
Podría tirarlo al water, mear sobre sus aguas y tirar la cadena.
Podría hervirlo.
No.
Dejaré que la perra lo trague. Mientras yo. Sentada. Al borde de la cama observaré detenidamente cada uno de los movimientos de su mandíbula. Miraré como sus puntiagudos colmillos perforan su cuerpo aún vivo. Como penetran sus afilados dientes cada una de sus brillantes escamas. Imaginaré la sangre fría esparciendose por su hocico. Y sus ojos, estallando ante la presión de una mordida tajante. Esperaré paciente hasta que haga añicos cada parte de su cuerpo y sus restos resbalen por la garganta hasta llegar al estómago.
O mejor aún, lo tragaré yo.
martes, 16 de junio de 2009
La mujer de la matriz desviada
jueves, 11 de junio de 2009
De lo relativo a lo estoico
Esta es la historia de un hombre. Un hombre que solo miraba.
Calla.
Parece exiliado para siempre en un mundo inexorablemente remoto.
Calla. Pero cuando habla sus frases son cortas, inconclusas pero siempre pertinentes.
El pensaba, que amar lo convertiría en un hombre solitario. Así que sólo miraba. Una mirada que no toma sino que recibe, en el silencio más absoluto de la mente. Mirada maravillosa que es ver sin preguntarse nada.
Sin darse cuenta que era una muerte la que el aparentaba. Miraba. Mirada para la que mirar ya es una palabra demasiado fuerte.
Ver y basta. En el silencio más absoluto de la mente.
- Ya te he dicho, emparedar el propio sentimiento es correr el riesgo de dejarse devorar por él, desde adentro, por caminos vagos e insensatos. Ahora dime, ¿cómo estás?
- Harto
- ¿De qué?
- De todo
Harto. De todo. Harto. De todo. Harto. De todo. Harto. De todo. Harto. De todo.
En el silencio más absoluto de la mente.
Ver y basta.
martes, 9 de junio de 2009
––– Elipsis –––
No, ya calla que tu voz se haga, que no se haga, que sea espasmódica y se detenga en mis caderas…
Insensato!! porque aún quieres jugar y la única ocurrencia de la noche es nieve…
Nieveee…y te callas, ¿sabes que podríamos ser hermosos?, si tan solo un zorro corriera blanco por toda la habitación…
jueves, 4 de junio de 2009
Mucho ruido y pocas nueces
Uno no puede estar de esa manera, definitivamente no puede. Uno debe decidirse entre vivir o morir, pero no puedes, definitivamente no puedes estar ahí jugando al vivo y al muerto.
(Enciende un cigarrillo dirigiéndose a su marido)
¿Puedo decirte una cosa? Bah!, puedo decirte todo lo que quiera, ¿desde cuando pido permiso para hablar?
(Camina hacia la ventana que da a una gran avenida)
Esta ciudad... esta ciudad... sí, debe ser esta ciudad la que hace que uno siempre vuelva a caer en uno mismo.
(Desde la ventana observa a un matrimonio caminar por la acera)
Ayer por la tarde, mientras caminaba hacia la estación, en el parque vi a una mujer, al parecer su prometido le acababa de proponer matrimonio y ella manifestaba una alegría peculiar. No. A decir verdad, no era alegría, era una especie de desesperación. Quizá era el miedo a la eternidad. Sí, una desesperación típica que se expresa en un humor cáustico.
(Apaga el cigarrillo en el borde de la ventana y se sienta en la silla más próxima)
Y tú, siempre con ese optimismo demencial, hablándome de los sueños, ¿sabes? yo creo que los sueños no son más que una excusa.
¿Te imaginas?... asumir que nunca serás lo que siempre soñaste.
Por eso a veces, los sueños también se convierten en la mirada nostálgica de lo que nunca fuimos... o de lo que nunca seremos.
Da igual. Conocer a detalle mis sentimientos no modificará el problema.
Joaquín, ¿me escuchas?. Joaquín.
Vaya, al parecer al fin te has decidido, ya vuelvo, voy por la enfermera.
(Sale del cuarto)
martes, 2 de junio de 2009
Equilibro de costado
Que bien todo podia recaer sobre una taza de cafe, recostada, volteada o ladeada en su propia punta... se decia a si mismo que el equilibrio dependia más del suspenso que el de estar cuerdo, dependia...mmm...de saberlo valorar bien, mala suerte si dejas vertir el liquido.
Hoy Julio mando tomar por culo a una muchacha que apenas pasaba frente a el.
Si, Vito se planteaba.... mientras su dedo bien llamado gordo e indice trataban de agarrar un vaso de plastico.
Julio no estaba en vena para ver cuanto le pegaba la nada conceptual, -apunta- ¿Qué tantos querran un pase de cois, sin saber que es blanca?.