jueves, 1 de octubre de 2009

El hombre que alguna vez esperó un tren

Hombre sin fortuna era este que a lo largo de su vida tuvo la esperanza de alguna vez vivir alguna escena perteneciente a aquellas novelas románticas que tanto le gustaba leer, pero ahora, convertido en nada más que en un hombre solitario, forma parte de la fila que espera el autobús, es el cuarto, frente a él se encuentra un hombre con barba blanca recargado en un bastón y más adelante dos mujeres, la que se encuentra primero no debe tener mas de veinte años y a juzgar por la expresión de su rostro parece angustiada, viste un pantalón azul con un suéter de lana blanco; la mujer ubicada en medio del hombre del bastón y de la mujer con el suéter de lana, es una anciana con un peluquín café que lleva en cada mano bolsas llenas de fruta.


Cuando el autobús llegó todos abordaron y una vez dentro, el hombre recorrió el pasillo en busca de un asiento; a mitad del autobus encontró uno vacío, al sentarse recargó la cabeza en la ventana y durante el trayecto no hizo más que mirar a través de esta, a pesar de estar dentro del autobús todo lo que podía ocurrir ahí dentro el era incapaz de presenciarlo, los lloriqueos del bebé, la mujer que regaña a la niña, el hombre que sube con la guitarra a cantar, el niño que no encuentra la cabeza de su muñeco, nada, la ventana, su cabeza recargada, una mirada que atraviesa el vidrio y nada más.


Y como si despertase de un sueño invisible, reconoció la parada en la que debía bajar, se puso de pie y descendió, ahora se encontraba frente a la estación del tren, cruzó el patio sin presura hasta llegar a la entrada; una vez dentro, eligió por azar el andén número cinco, se dirigió a este y espero la llegada del tren y mientras esperaba, imaginó la llegada de la mujer de su vida, creó todo tipo de encuentros románticos, incluidos besos jamás dados y curiosos abrazos.


Cuando el tren llegó, el hombre se hizo a un lado para no entorpecer el descenso de los pasajeros, esperó hasta que el tren quedara vacío y una vez hecho esto, volvió a casa.