martes, 6 de octubre de 2009

Título




Abro las piernas –el cuadro no deja de sangrar-


Parece que no me mira, su cara recién lavada y no mira

Luego me entero que son sus manos… las petrificadas, siempre se confunden con que los ojos son los vacios y con que los ojos son más que cuencas oculares.


No abre la boca ni un segundo, no me quiere contar, ¿Qué paso ahí?, ¿porque no hablas estúpida?, ¿olvidando pretendes que ya no te conozca?

Bajo el oleo, ese desdichado trozo de túnica rosa es el único que suele hablar, repetir, sss…


No para de narrarme -me confundo porque lo que veo durante el día son zapatos, tallas y dedos que me indican el lugar de mi exhibición…

Alguna vez soñé y dije:


- Ojala crezca y sea hermoso, mi residente, el pequeño nombre, mi numero 9…

Cuando nadie venia era cuando yo también podía estar adentro, oscura y sentir el dedo meñique… ja creo que era del pie, tu cabeza rodaba buscando un lugar por encima de cualquier órgano “vital”, luego era muy difícil encontrarte…Hasta que…


Adriana: -El cuadro se movió mama, ¡!mira su mano¡¡

Mama: -No amor los cuadros están aquí solo para ser vistos

Adriana: -Por eso mama… lo veo y mira otra vez se movió, ¿viste sus cuencas oculares?

Mama: -Hay niña, por favor no seas ridícula y y y además ya vámonos, no se que tenemos que estar haciendo aquí viendo desagradas, vámonoos.


-Hasta que- me olvido de quien es el alma, la crítica o quien se supone que esta colgado… luego era muy difícil encontrarte…Hasta que…te dejaste de mover y me convertí en el festín rojo y dilatado ¿Qué llevas como título?